martes, marzo 03, 2009

DESPUÉS DEL CROCHET

Cumpleaños feliz…
Hacia tiempo que un despertador no me alegraba el día…de alguna manera hoy cumplo un día. Ayer asistí a una ceremonia doble: colgaba el cartel de the end a un peliculón y empezaba a escribir el guión de uno nuevo. Documental, cortometraje, película de ensayo…sobre la marcha veremos, pero pienso hacerlo con intensidad pausada, saboreando cada minuto, sea cual sea su contenido. Pienso beberme la existencia que me queda (y es muy larga) a chupitos o en tragos largos, dulces o amargos, dependiendo de la ocasión. Queda claro que en la vida aprendemos a golpes, y que desde el aprendizaje de nuestros primeros pasos, pasando por la pubertad, el primer amor, la cacareada mayoría de edad y la independencia paterna, recibimos unos cuantos. El de ayer todavía me duele, pero no me impide sonreír.
Mañana cuando vuelva a sonar el despertador aireare las sábanas de los malos sueños (de haberlos), le haré un guiño a la vida y la sacaré de paseo…(tantas mañanas que mis futuros nietos se cansarán de abuelo…)

lunes, marzo 02, 2009

UN CROCHET INESPERADO

A veces la vida te pinta canas de golpe, y eso que yo ya tengo unas cuantas. Esta claro que en nuestro código de barras particular debe ir un prospecto completo con todos los avisos de alarma correspondientes, incluida la fecha de caducidad. Pero lo mejor, es que esa fecha la desconocemos. Por tanto, un crochet como el de esta mañana, te descoloca, te atonta en el momento, pero te permite encajarlo, coger aire, respirar profundamente, reaccionar y plantearte el resto del combate con otras perspectivas, pese a las características del contrincante.
Mientras espero el siguiente round, donde personajes salidos de un mundo verde aprovecharán mi profundo sueño para diseccionar una parte de mi cuerpo, dejaré que la nostalgia y los recuerdos monten la película de mi vida en versión íntima. No permitiré que mi imaginación incorpore personajes extras, salidos de la bruma de lo inesperado o del miedo. Solo los que yo quiera tendrán cabida, y sea cual sea el guión predeterminado por el destino, el the end solo llegará cuando no me queden fuerzas para seguir soñando…