viernes, julio 03, 2009

dos sensaciones...

…mientras tu cuerpo se transforma, se hincha engendrando una nueva vida, yo me empeño en disipar la neblina que perdura después de un mal sueño.
Tú mantienes tu batalla por dar a luz una ilusión, transformar un acto de amor en una realidad latente. Yo mantengo mi carrera para salir de un túnel que se me antoja en algún momento demasiado largo. Por ello, la última vez que nos vimos quise robarte parte de la energía que llevas dentro, y puse mis manos sobre tu barriga para contagiarme de esa vida que crece por momentos.
Ahora cierro los ojos y retrocedo en el tiempo, tanto, que creo haber vuelto al vientre materno, y bajo los efectos de un estado casi hipnótico, me aferro a la sensación de paz de aquel momento: floto, una humedad tibia me envuelve… a lo lejos una luz, quizá el final de un túnel… ¿debo seguir?... necesito un empujón… pero no me seduce el cambio… entonces no pude escoger, la naturaleza, mi madre, me lanzó a la vida. Hoy, despierto, me aferro al amanecer diario, al proyecto común de un nido para el descanso que me permita ordenar todo un baúl repleto de recuerdos. Pero el miedo es caprichoso y de vez en cuando se cuela en mis sueños y nuevamente debo disiparlo. Me miro en el espejo, me hago un guiño, sonrío y a veces consigo que se quede al otro lado.
Tú sonríes ante la nueva vida que está llegando y yo me aferro a la mía, a la que tengo, pues no estoy dispuesto a perderme sus primeros quince años… ¡por lo menos!.
Mientras tu sigues engordando yo cruzaré el túnel que separa el sueño turbio de la realidad, tantas veces como sea necesario.