martes, noviembre 07, 2006

poema para un calendario

…no sea que se escapen los muertos…

Noviembre
No se ha muerto sólo porque
se perdió de pronto en el silencio,
y sus manos se abrazaron para siempre
al corazón de siempre,
porque sus ojos decidieron dormirse
sobre la almohada y soñar sin prisa
por todos los rincones del universo.
No puedo aceptar su silencio.
Quiero creer que su fuerza sigue corriendo
como un caballo salvaje, crines al viento,
que todo cuanto vive
participa de su propio movimiento.
Proclamo que la suave rebeldía del sol,
la caricia del aire y la húmeda lluvia
es siempre y todavía
su inmenso corazón que está latiendo.
No, no repitáis que se ha muerto.
Sería como romperse la luz
y el mar de un golpe violento;
decir que entrábamos ya siempre
hacia lo oscuro y que este agónico vivir,
dentro de la alegría y el misterio
es una trampa sin salida,
es un absurdo, irrevocable cementerio.
goa 1976-87

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