lunes, abril 20, 2009

AMANECE... ¡QUÉ NO ES POCO!

…el pasado martes 14, de este Abril lluvioso, volví a abrir un paréntesis en el calendario de mi vida. El despertador nos puso en marcha. Cumplimos con los rituales mañaneros (yo no pude repostar, me querían con el depósito seco). Paseo matinal con atillo al hombro camino del coso para la faena del día. Llegada, subida a la habitación, traje de luces (blanco impoluto, mate, con jirones de faenas pasadas). La espera, el ¡hasta luego y suerte!. El paseíllo frío y a las puertas de la plaza me espera la cuadrilla vestida de verde esperanza.… Un primer pase fácil, suelto, sin quejas… un pinchazo… y empieza la faena… cortar, coser y cantar.
De las dos primeras acciones mi cuerpo puede dar fe: corte y confección de modisto. De los cantares solo me quedan vagas resonancias entre conversaciones inconexas… Lo mejor de la resaca, el despertar del día siguiente, el contacto de la mano amada y un sol naciente… y la grata sensación de que amanece… ¡que no es poco!

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