jueves, diciembre 20, 2018

Un otoño particular

Cada otoño, desde hace 3 lustros, entre dos fechas,-dos ocasos no deseados-, se abre un paréntesis nostálgico repleto de emociones incontrolables y nuevos recuerdos.



Yo os quise.
Pero ya no estáis.Ya no sois.No podéis, no.Y éste es mi baile y mi llanto,el mío,porque sí,porque aun puedo llorar.
¿Me escucháis?
Yo os quiero.

Pasan los otoños junto a mí, lentos con su melancolía. Los días se hacen cortos pero el recuerdo es largo. Detengo el sol frío del atardecer por alargar un poco la jornada,y luego entran como un tren en agujas que va al futuro y trae el olor de lluvia terca que envuelve campos, almendros y encinas centenarias.
Este otoño se ha puesto gris, cerrado el cielo, amarillos los árboles del parque. La tarde se desploma y se deja morir. Más aquí dentro, en mi corazón, la primavera inicia su murmullo y dios se olvida de cerrar la puerta.
Todo se queda en un aguacero sobre el corazón que poco a poco amaina. Y al final todo se diluye abandonado en el tiempo.
Vendrán más otoños... más sueños, más ilusiones... y yo seguiré persistente abrazado a vuestro recuerdo.

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