existen reminiscencias tan arraigadas que resulta impensable borrarlas de la memoria diaria, y de forma inevitable a veces surgen como erupciones alérgicas a los acontecimientos que diariamente salpican nuestra monótona existencia, recordándonos que el hoy no es más que la alargada sombra de...
martes, febrero 06, 2007
mi calle (la que guardo en el recuerdo)
…la calle se va despertando.
La calle que yo cuento cuesta arriba se estrecha,
cuesta abajo es más ancha para morir en la plazuela.
A un lado los pares,
al otro sin concierto los impares.
Pasan por la misma acera
el niño, el cura, las rameras
y el perro que deja su tarjeta de visita
en los zócalos de las puertas.
… la calle en que vivo está llena de banderas:
ropa blanca tendida
y bayetas sucias que se secan.
… la calle que yo cuento es una calle cualquiera
para ti que no la conoces…
¡para mí es una vida entera!
Goa 1978-87
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